Se me fue la noche, rasgando pedazos de escarcha
De besos secos en un tiempo que
no llega.
Esperando suspiros ciegos que alimenten, tu avalancha
Caminando sobre
ascuas de la luna nueva.
Cuando vengo, tú vas,
Casi siempre
en sentido contrario
Quejándote del
verbo libar,
Y mi alma abrazándote despacio.
Ni verde ni blanco
Ni veneno, ni santos que curen esta herida abierta
Ni dinero en el banco,
. Ni noches de fiesta.
Desfilaron los tiempos y las primaveras
Murieron los lloros de las
hilanderas,
Quedaron memorias
vertidas en cuencos.