Un matiz de espigas y sombras,
Que navega entre delfines,
Buscando,
sirenas que no existen
Cronista de cuentos imposibles,
De hadas y
duendes que se esconden,
En el sueño de
los niños.
La belleza sutil, tras un velo de
seda,
Código del semblante que te nombra.
La luz que refleja, la copa de vino,
En una cena, con velas, y miradas.
Dardo de
plomo, bautizado en versos,
De tu verdad, llena de apariencias.
Sujeto y
predicado de la oración,
Que no termina de seducirme.