la infancia que jugaba, al pañuelo, a la bandera o al tenis con
una pelota y la mano, no teníamos ni móviles, ni Internet.
Esa generación que cogía almejas en tus orillas y jugaba con los caballitos de mar y hacia carreras de colchonetas.
compartíamos la playa con los niños huérfanos y mas de una vez,
para no pagar nos subíamos a un árbol, para ver el cine de verano,
y allí comíamos pipas.
Aun recuerdo los partidos de fútbol en la playa, con dos chanclas como postes y jugar a policías y ladrones escondiéndonos y saltando por los tejados, las pandillas, entonces eran de chicos por un lado y chicas por otro, pero al final como los colegios acabamos siendo mixtos. y fuimos creciendo... aquella infancia paso a una adolescencia que en los veranos
montábamos fiestas con un barreño de sangría al final de la playa
donde no molestábamos a nadie y nos juntábamos chicas y chicos
a hablar hasta la madrugada, y los baños nocturnos.
Luego empezamos a ir a las discotecas recuerdo mi primer concierto, Miguel Rios (1982),
Y seguimos creciendo y perdiendo la inocencia, hasta que aquellas pandillas fueron desapareciendo y conociendo nuevos amigos
much@s se echaron novi@,
así que la vida nos fue distanciando de aquellas pandillas que disfrutamos de un Mar Menor vivo que hoy en día agoniza.
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