Poema compartido escrito con Rosa Osterling (medico y poeta peruana)

Escrito con mi amigo poeta José Antonio o
En el hastío de los hilos que tejen mi alma,
en el columpio deshecho
de maderas podridas y abandonadas,
sofocado del calor bochornoso
de máquinas y sol
en este verano que no acaba,
algún papel tirado al destino
unos labios temblorosos de deseo
una mirada sonriente entre montañas,
suspiros perdidos,
lecciones aprendidas,
caricias, placer, gemidos contraídos,
de una tarde sin llegar la noche
solo cubiertos por la penumbra
es piel, solo piel
que se contrae y relaja
abrazados juntos a la desidia, amándonos hasta estremecer,
aun siendo fantasías que nos llevan a la cúspide,
no quiero regresar te lo susurro al oído,
como un lamento de mi alma
con versos y besos
quiero llegar a tu fin,
como el tañer triste de una guitarra que no tiene quien la toque
sácame mis mejores melodías
como el tantra explorando en tu vientre
mordiendo el polvo de nuestras vidas
vaciando de temor tus sentidos
entra a mi vientre, quédate ahí, quieto para
volver a nacer en ti.
Y deslizarme suavemente por tu aura
sin tocarte, hasta hacerte llegar a un
orgasmo infinito, son los sexos aunados
en el temblor de mis labios.
Mis manos estrujan con temor, placer y
ansiedad, perdiendo la noción de esta
posesión eterna.
Llevando las nubes a un lado y entrando la lluvia
recogiéndola para saciar la sed del desierto
con gotas de sangre y lágrimas dulces
escribiremos nuestra historia
saboreando el aroma de mujer indómita
desencadenada a la tormentas de la pasión
Solo nuestras pieles
son cómplices de nuestros encuentros,
saben que se erizan al primer suspiro
sobre ellas, escondidas en blancas blondas,
suaves como tu aroma,
fuerte como tu ser,
ardientes como tu alma
y dulces como la miel.
Mi vientre como desierto
buscando el agua bendita
hierve de pasión,
sintiendo cada gota de pasión
bajando hacia tu manantial en flor
que se abre cual capullo en busca
del rocío
Que corre por fragantes canales con
desesperación, para llegar al pozo
deseado y completar el misterio de la
creación.
Tomando la altivez
de tu cuerpo y tu mente
que se unen para lograr la mayor fluidez,
sentirme
en ti como el suave terciopelo de una urna
que recorre tu cuerpo
como arado en cada surco,
siénteme recorrer tu cuerpo
conociendo tu urna
con la suavidad
de tu caricia
tu cuna que es mi sexo
moviéndote dulcemente
meciéndome como a cual recién parido
envuelto en sangre y líquidos
como mar rojo de pasión
espeso y reluciente.
Siente mis manos recorrer tu geografía,
siénteme en la paja del otoño,
cual andinista por sus senderos,
buscar el ardiente aroma de heno fresco,
soy una posibilidad de que vivas
dame de ti tus lácteos senos
cae a mis pies y vuelve a subir
con muchos recuerdos de noches perdidas
como un ardiente y juvenil amante
y cada mañana por ellas construida
cerrare el puente, no te vayas jamás
siente de mí
el placer de mi lava ardiente
quémame las venas
con tu ardiente sangre autóctona
y milenaria
cual espeso sombrío suenas
de cada caverna goteando
como gota de agua de vertiente fresca
la ingratitud del extraño

déjame bailar contigo la alegría del último vals
que acompañara nuestras noches estrelladas
provocando derrumbes de pasión filarmónica
como el trino de los violines
Asemejando un pájaro en primavera
el dulce sonar de los pájaros
en cada rana guarnecidos;
melodía que guardo en mi mente
como la primera vez
que hicimos el amor.

KIRUK.